La extraña fascinación que el ser humano ha tenido por la terapéutica desde que percibió que los cambios en la salud lo hacían más o menos apto para funcionar en la naturaleza, la ha llevado a experimentar todo tipo de métodos, algunos tan originales que llevan el sello de personalidad de quien los aplica. Como su nombre lo indica, la frutoterapia es una técnica terapéutica basada en el estudio de sustancias nutricionales y medicinales de los frutos de la tierra: proteínas, vitaminas, sales minerales, oligoelementos, etc.; con el objetivo de ayudar al organismo a hacer frente a todos los desgastes de energía o recuperar su salud. La palabra fruta proviene del latín frutus, que significa fruto, vitalidad, provecho. El uso de la fruta con fines medicinales no es nuevo. En la antigua Grecia, Hipócrates (en los siglos 460 a 377 a.C.) empleaba el jugo de la granada para curar diferentes enfermedades e inclusive decía “que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”.
En Europa no se conocía este término sino hasta 1998 se publico la primera edición de frutoterapia, los 105 frutas que dan la vida, en el primero de una serie de libros que tratan en profundidad de los diferentes aspectos de la frutoterapia y que a finales de los años 90 alcanzo el número 1 en ventas en las librerías, convirtiéndose en el bestseller. La primera vez que se hablo en los medios de comunicación de Europa sobre frutoterapia fue en 1998, cuando el autor de dichos libros y precursor de esta técnica, Albert Ronalt Morales, vino a promocionar el libro de su autoría sobre el tema en televisión, radio, periódicos y revistas. Desde entonces se ha hecho una publicidad constante, destinada a la divulgación de sus excelentes propiedades y aplicaciones.
El uso de plantas como recurso terapéutico natural se remonta a tiempos muy remoto. Hoy se confirma la presencia en ellas de compuestos químicos con acciones farmacológicas, denominadas principios bioactivos. También se pueden usar los recursos vegetales con propiedades medicinales para la preparación de estratos estandarizados de plantas o de sus órganos o partes, denominadas fitofármacos que alcanzan un papel relevante en la terapéutica moderna y pueden ser utilizados con fines preventivos o de tratamiento de las más diversas patologías en lo que se conoce como la medicina basada en la evidencia. En esta obra el lector podrá encontrar de forma esquemática todas las indicaciones, propiedades y usos de cada fruta y planta medicinal especificada, sirviendo como libro de consulta.